lunes, marzo 21, 2005

Completar el puzzle


Completar el puzzle de texto



Los fragmentos de texto que vienen a continuación están desordenados. Lo que tenemos que hacer es, después de una atenta lectura, disponerlos en orden correcto. Si lo haces así, podrás observar la inteligencia de Cervantes aplicada a la construcción de una anécdota en la que Sancho Panza, gobernador de la Ínsula Barataria, resuelve salomónicamente un pleito.


1.- “[...] Si la sentencia pasada de la bolsa del ganadero movió a admiración a los circunstantes, ésta les provocó a risa; pero, en fin, se hizo lo que mandó el gobernador; ante el cual se presentaron dos hombres ancianos; el uno traía una cañaheja por báculo, y el sin báculo dijo”


2.- “[...]- ¿Qué decís vos a esto, buen viejo del báculo? -dijo Sancho.
A lo que dijo el viejo:
- Yo, señor, confieso que me los prestó, y baje vuestra merced esa vara; y, pues él lo deja en mi juramento, yo juraré como se los he vuelto y pagado real y verdaderamente.
Bajó el gobernador la vara, y, en tanto, el viejo del báculo dio el báculo al otro viejo, que se le tuviese en tanto que juraba, como si le embarazara mucho, y luego puso la mano en la cruz de la vara, diciendo que era verdad que se le habían prestado aquellos diez escudos que se le pedían; pero que él se los había vuelto de su mano a la suya, y que por no caer en ello se los volvía a pedir por momentos. Viendo lo cual el gran gobernador, preguntó al acreedor qué respondía a lo que decía su contrario; y dijo que sin duda alguna su deudor debía de decir verdad, porque le tenía por hombre de bien y buen cristiano, y que a él se le debía de haber olvidado el cómo y cuándo se los había vuelto, y que desde allí en adelante jamás le pidiría nada. Tornó a tomar su báculo el deudor, y, bajando la cabeza, se salió del juzgado. Visto lo cual Sancho, y que sin más ni más se iba, y viendo también la paciencia del demandante, inclinó la cabeza sobre el pecho, y, poniéndose el índice de la mano derecha sobre las cejas y las narices, estuvo como pensativo un pequeño espacio, y luego alzó la cabeza y mandó que le llamasen al viejo del báculo, que ya se había ido. Trujéronsele, y, en viéndole Sancho, le dijo: “


3.- “[...]- Señor, a este buen hombre le presté días ha diez escudos de oro en oro, por hacerle placer y buena obra, con condición que me los volviese cuando se los pidiese; pasáronse muchos días sin pedírselos, por no ponerle en mayor necesidad de volvérmelos que la que él tenía cuando yo se los presté; pero, por parecerme que se descuidaba en la paga, se los he pedido una y muchas veces, y no solamente no me los vuelve, pero me los niega y dice que nunca tales diez escudos le presté, y que si se los presté, que ya me los ha vuelto. Yo no tengo testigos ni del prestado ni de la vuelta, porque no me los ha vuelto; querría que vuestra merced le tomase juramento, y si jurare que me los ha vuelto, yo se los perdono para aquí y para delante de Dios.”


4.- “[...]Y mandó que allí, delante de todos, se rompiese y abriese la caña. Hízose así, y en el corazón della hallaron diez escudos en oro. Quedaron todos admirados, y tuvieron a su gobernador por un nuevo Salomón.”


5.- “[...] - Dadme, buen hombre, ese báculo, que le he menester.
- De muy buena gana -respondió el viejo-: hele aquí, señor.
Y púsosele en la mano. Tomóle Sancho, y, dándosele al otro viejo, le dijo:
- Andad con Dios, que ya vais pagado.
- ¿Yo, señor? -respondió el viejo-. Pues, ¿vale esta cañaheja diez escudos de oro?
- Sí -dijo el gobernador-; o si no, yo soy el mayor porro del mundo. Y ahora se verá si tengo yo caletre para gobernar todo un reino. “
(II, XLV)


Podemos aprovechar el texto para provocar reflexiones sobre la comprensión lectora. Podemos, para ello, pedir a los usuarios de la Biblioteca Escolar que lean el fragmento anterior y que reordenen las partes que lo componen en función de la continuidad lógica. Para facilitar la realización del ejercicio los escolares pueden dividir el papel del texto en cinco trozos.

El ejercicio les plantea dos dificultades que no son insuperables y que hacen que el reto sea más atractivo: el castellano de principios del siglo XVII y la ruptura del hilo narrativo. La primera, además de ayudarnos a experimentar la historia de la lengua al vivirla en eje diacrónico, nos permite transmitir el valor de la autenticidad precisamente en una sociedad en donde en aras de la generalización casi todo está sometido a la adaptación, a la sustitución mediante sucedáneos; es decir, es tan solo afirmar que El Quijote es así. En cuanto a la segunda dificultad, el reto está en la interiorización automática del proceso lector: leer, comprender, analizar, identificar unidades significativas, relacionar, valorar, actuar.
Posted by Hello

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