sábado, octubre 29, 2005

Benigno con la clemencia templa la justicia


/No es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

Tirteafuera, buscando un momento de calma en la lectura, ha abierto la Segunda Parte de El Quijote al azar. Estas fechas, previas al final de evaluación en las que se acumulan los exámenes, han iluminado un pasaje del texto que tantas veces ha leído; para Tirteafuera, ha sido como ese paisaje que siempre ha estado ahí, pero que hoy la luz de la tarde le da el brillo de la recuperación de paisajes olvidados: dentro de los documentos que han de servir para adornar el alma, M. de Cervantes recoge a través de los consejos de don Quijote a Sancho antes de encaminarse a Barataria, el discurso político vigente sobre la clemencia y la justicia. Tirteafuera no puede menos que, con la misma mirada que reconoce el fulgor del instante del paisaje recuperado, leer con deleitación las líneas siguientes:

"<...> Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos. Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda. Si alguna mujer hermosa veniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros. Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones. Al culpado que cayere debajo de tu juridición considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia. Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos."

II, 42

Otro punto de vista muy diferente es N. Maquiavelo expresa en El Príncipe en el capítulo XVII que trata sobre la “Crueldad y la clemencia; y si es mejor ser amado que temido, o ser temido que amado”:

"<...> Nace de ello una disputa; si vale más ser amado que temido, o todo lo contrario. Se responde que se quiere ser las dos cosas; pero, como es difícil, conseguir ambas a la vez, es mucho más seguro ser temido primero que amado, cuando se tiene que carecer de una de las dos cosas.

"<...> Y los hombres tienen menos consideración en ofender a uno que se haga amar que a uno que se haga temer; pues el amor se retiene por el vínculo de la gratitud, el cual debido a la perversidad de los hombres, es roto en toda ocasión de propia utilidad; pero el temor se mantiene con un miedo al castigo que no abandona a los hombres nunca."

Sin embargo, para Tirteafuera de las dos posturas, ahora que él y sus compañeros están de exámenes y tendrán que puntuar, calificar y evaluar a cada uno de sus alumnos, considera que M. de Cervantes sostiene un discurso más humanista, educativo, eficaz a medio y largo plazo. Y no se aguantará en proponer a sus compañeros de claustro la reflexión sobre la oportunidad de la clemencia. Antes de las juntas de evaluación dará a sus colegas una copia del fragmento. Hoy Tirteafuera se siente crecido, ufano: va a desempeñar el mismo papel que don Quijote en sus consejos a Sancho cuando él dé estos consejos a sus compañeros. A pesar del profesor de Matemáticas que levantará la vista por encima de las gafas de hueso cuando inexorablemente en la próxima junta de evaluación también dicte: “un 4,5 es un 4,5; un suspenso es un suspenso”

Menos mal que en ayuda de Tirteafuera tenemos más tratadistas que en su discurso político postulan la misericordia. Por ejemplo, D. Saavedra Fajardo cuando afirma que por una sola letra dejó el rey de llamarse ley, o cuando puntualiza en Idea de un príncipe político-cristiano representada en cien empresas:

"<...> No nace el respeto de lo que se ama, sino de lo que se admira; a mucho obliga el que, teniendo valor para hacerse temer, se hace amar; el que sabiendo ser justiciero, sabe también ser clemente.

El que con tal destreza y prudencia mezclase estas virtudes, que con la justicia se haga respetar y con la clemencia amar, no podrá errar en el gobierno, antes será todo él una armonía suave."

Después de ratonear un poco en la biblioteca escolar, Tirteafuera ha encontrado un pasaje en El mercader de Venecia, (1599, Acto IV, Escena I) en el que W. Shakespeare sostiene un razonamiento que le permite construir la escena del requerimiento de una deuda de 3.000 ducados por parte de Shylock a Antonio en presencia de el Dux con gran tensión dramática:

"<...> PORCIA.- Es menester entonces /que se apiade el judío.

SHYLOCK.- ¿Y por qué causas?

PORCIA.- No quiere fuerza el don de la clemencia:/ Es cual la blanda lluvia que de cielo/ baja benigna a fecundar el campo./ Es dos veces bendita, pues consuela/ a quien la da y a quien la recibe:/ más grande es su poder entre los grandes;/ mejor le sienta al rey que su corona;/ su cetro es el emblema de la fuerza/ de su poder mundano, el atributo/

De su alta majestad y poderío:/ en él reside el rayo de los reyes./ Mas la clemencia es superior al cetro;/ el alma de los reyes es su trono;/ de la divinidad es su atributo,/ y el mundanal poder casi entonces raya/ casi en poder de Dios, cuando benigno/ con la clemencia templa la justicia./ Por lo tanto, judío, aunque pretendas/ justicia y nada más, piensa y medita/ que si tan solo para el hombre hubiere/ justicia nada más, no se salvara/ ninguno de nosotros. Si clemencia/ pedimos con fervor a todas horas;/ el mismo ruego nos enseña a todos a practicar el bien que apetecemos. / Por ablandarte nada más lo digo,/ y a aplicar el rigor de tu demanda;/fuerza será si en ella persistieses, / que el tribunal severo de Venecia/ sentencie el pleito en tu favor y en contra/ del mercader Antonio.

SHYLOCK.- Caiga el peso de mis acciones sobre mi cabeza."

Ahora que está corrigiendo, Tirteafuera se sonríe: parece advertir en torno suyo el correteo de sus tiernos netezuelos.


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viernes, octubre 28, 2005

Desencuentro entre lo que es y lo que fluye. (II)



Tirteafuera quiere escuchar otras voces; para ello, ha facilitado a Gabriel Beni Rubio, un alumno suyo, una copia de la grabación del espectáculo “Quijote Hip-Hop”; por eso, ha pedido que escriba un artículo para Barataria. Buscaba el contrapunto. Y aquí lo tenemos:


"Los raperos se enfrentan al reto con respeto… Con la carnosa producción de Frank T, esculpen con ardor pasajes reflexivos del libro cervantino" decía Diego A. Manrique en El País (19 de junio) y en ese mismo periódico (25 de junio) el escritor Ramón Irigoyen escribe:
"En los jardines de la Biblioteca Nacional… protegidos por la estatua de don Marcelino Menéndez Pelayo, el autor de Historia de los heterodoxos españoles, los raperos nos alegran los oídos con una espléndida catarata de rimas basadas en los textos originales de Cervantes... La poesía en lengua castellana que, durante nueve siglos, utilizó la rima, al comienzo del siglo XX se rebeló y, siguiendo los pasos de la poesía europea más moderna, ha utilizado el verso libre. La rima se fue, pues, a criar nísperos hasta que han llegado los raperos y para bien de todos nos la han devuelto..."




Solamente son unos pocos elogios de prestigiosos medios de comunicación a el proyecto más criticado y a la vez más "moderno" e innovador que encontramos en esta celebración del Cuarto Centenario de El Quijote.¿Quién dijo que no se podría mezclar un arte como puede ser el rap a un texto, el más valioso texto de la historia podríamos decir, tal como lo hicieron estos MC´s? (Mc: Nombre atribuido al cantante de hip-hop). Aquí tuvimos la prueba. El pasado 17 de Junio, a las puertas de la Biblioteca Nacional, raperos de la talla de Zenit, "La excepción", Artes 1/29 y Korazón Krudo, interpretaron con gran majestuosidad unas cuantas canciones todas ellas con el tema principal del Quijote y sus personajes. Muchos afirman, que aquella noche el Quijote logró rejuvenecer unos 400 años. ¿Qué tiene de malo intentar acercar a una juventud, la cual esta perdiendo el hábito de la lectura cada vez más, un texto como es el Quijote?.No podemos negar que esa fue la meta principal, no sólo acercar el Quijote a los jóvenes, sino dar a conocer lo que es el rap, lo que es parte de nuestra cultura, ese movimiento que dará de que hablar pero al que también le queda mucho por evolucionar. Como partidario del movimiento del rap, personalmente, decir que me gustó lo que escuché, se me llena el pecho de orgullo al ver que se nos reconoce, que estamos ahí, que se valora lo que hacemos y que demostramos que, si se nos da la oportunidad, no fallamos. Así lo demostraron en el escenario, un espectáculo limpio, directo y con mucha fuerza. Además, como destacan muchos medios de comunicación, de un espectáculo del cual se esperaba poco, se recibió mucho: La Razón (18 de junio)

Goyo García Montero escribía:
"Los jardines de la Biblioteca acogen una exitosa versión en hip hop del texto de Cervantes… El que empezó siendo el programado para celebrar los 400 años del Quijoteha terminado por convertirse en una de las citas mejor diseñadas del programa de actividades estatales… la letra ha dado un espectáculo insólito, atrevido y contagioso que se llama Quijote Hip Hop..."


Por otra parte comentar, que se cuidaron ambas partes implicadas, tanto El Quijote como la parte de hip-hop, es decir, los Mc´s recibieron material para escribir sus letras, como palabras de la época, expresiones etc y, por otra parte, los organizadores del evento respetaron en todo momento las reglas básicas del rap. Fue algo de enriquecimiento mutuo."

Gabriel Beni Rubio

jueves, octubre 20, 2005

Tirteafuera, barroco.



Tirteafuera se encuentra perdido en la expocición

Tirteafuera nos hablaba ayer de una exposición cocinada en Álava que va a viajar a Alcalá de Henares. Hoy nos quiere reseñar una exposición 'Barroco: teoría, contemplación, experiencia' (Montehermoso, 3 de agosto - 6 de noviembre) que viene de Madrid, producida por el Centro Cultural Conde Duque.

El Barroco entendido en sentido amplio, nos avisa Tirteafuera. Es una exposición que nos lleva y nos enreda en el laberinto, que pretenden ser, bajo un relámpago, la visualización del camino: la caverna, la Cábala, la catedral cristiana, el secreto de Salomón, la mandala, la biblioteca.

La misma concepción de la exposición quiere ser una muestra de lo expuesto: el soporte que es a la vez lo soportado ya que es un proyecto que tiene como objetivo primordial la renovación de los conceptos expositivos tradicionales, basados en la exhibición de la obra de arte, y, por ello, exhibe objetos enclavados en la estética barroca a través de instalaciones concebidas como construcciones culturales. El mismo continente, la sala de exposiciones, es una proyección del contenido: dentro del edificio Montehermoso, en la que fuera el antiguo depósito de aguas, en la quietud oscura de los ecos acuáticos, se manifiesta esplendente la síntesis de naturaleza y espíritu, de barbarie y civilización, de arte e historia en un equilibrio ambiguo entre lo que es y lo que parece. Ay, ¿a dónde nos lleva hoy el melancólico Tristeafuera?

Tirteafuera nos guiña el ojo mientras pone en orden sus ideas. ¿Qué tiene que ver esta exposición con El Quijote? Todos sabéis que M. de Cervantes, por su ubicación cronológica, ocupa un lugar secundario en el Barroco; su estilo muchas veces está definido por el modelo de una lengua sencilla, en la línea de Valdés. Sin embargo, puntualiza Tirteafuera, si advertimos las teorías literarias esparcidas en la obra cervantina y, sobre todo, valoramos El Quijote como artefacto literario, apreciaremos en el texto ejemplos de un estilo barroco: multiplicidad de voces, metaliteratura, ejes narrativos que se entrecruzan, parodia de género literario.

Quizás, lo que Tirteafuera ha apreciado con mayor intensidad es la ausencia de alusiones al texto de M. de Cervantes. Es fácil comprender que, visualmente, es más plástico trabajar con un cuadro Las Meninas, 1656, de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez; pero, así mismo, a pesar de la diferencia de fechas, es fácil advertir que la idea de artefacto pictórico también está en El Quijote cuando nos confunde entre las refracciones de su espejo narrativo. Sí es cierto, admite Tirteafuera, que el desarrollo escultórico de la propuesta de D. de Velázquez recrea un estímulo espacial que nos envuelve; es cierto que D. de Velázquez congela el vuelo de la sorpresa. También, M. de Cervantes, porfía Tirteafuera.

Dejémoslo ahí. No parece fácil llegar a un acuerdo.



Más allá de los centros de interés, más allá de los focos de luz, se advierte oscura la bóveda de este antiguo depósito de aguas: la semipenumbra protege los destellos del viaje de luz que es esta exposición. En Oihanederra, (‘selva hermosa’, el nombre de este espacio) iniciados en el viaje, llegamos a la biblioteca: está vacía, y está llena; estamos dentro, y estamos fuera. Enseguida Tirteafuera relaciona biblioteca como la suma de lo que es y de lo que fue y hubiera sido. Sus estantes están vacíos y llenos de ser colmados de todos los libros posibles: entre ellos, el libro de los libros, El Quijote.

En las pantallas se plasman las bibliotecas reales que reflejan bibliotecas posibles: las referencias, las citas, los plagios son disparos eléctricos de neuronas que interconectan viajes y experiencias intemporales. El reposo aparente de este viaje de la luz del saber destella en los ojos de Tirteafuera la ausencia de Jorge Luis Borges. Como M. de Cervantes, Borges habita en la biblioteca: “En el zaguán (de la biblioteca de Babel) hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias.”

Tirteafuera continúa el viaje de la iniciación; continúa en el inicio del viaje mientras lo que le llenan son las ausencias.

El final de esta exhibición se plantea con una mezcla del mundo histórico y actual, con la naturaleza y el artificio. Tirteafuera sube a la popa de un barco para recorrer el Orinoco a través de la selva de Los pasos perdidos, de Alejo Carpentier, y ver el teatro filmado de la pieza Horror Vacui, de Miguel Romero Esteo, con "mundos dentro de otros mundos".

sábado, octubre 15, 2005

De grabados


/Exposición: "Kixoteren liburu irudiztatuak, XVII-XIX.- Libros Ilustrados del Quijote XVII-XIX'

Tirteafuera quiere presentarnos una exposición que sigue la relación de Álava con M. de Cervantes:

D. Pedro de Isunza, comerciante, que tuvo como empleado suyo a un joven, de nombre Miguel Cervantes Saavedra, cuya misión era recorrer los pueblos de la Mancha y Andalucía para recabar artículos de interés para el comercio, hasta mucho, más tarde, Julián de Apraiz y los hermanos Herrán que juntamente con otros autores de la "Atenas del Norte", a finales del XIX, fundaron la "Academia cervántica española", lugar de reunión y tertulia de gentes cultas que debatían aspectos diversos de las obras de Cervantes. Véase

Por cuyo medio y favor podría ser que nosotros fuésemos desencantados.

Esta línea de gran intensidad en el III Centenario en otras ocasiones ha sido difuminada por la desidia. Tirteafuera echa de menos el entusiasmo finisecular decimonónico y la digna celebración del III Centenario. En efecto, este IV Centenario se nos va diluyendo entre conferencias, exposiciones, recitales musicales sin el empuje de un grupo de ciudadanos que den unidad a esta celebración. Se van haciendo cosas. Sí. Falta hilo conductor que dé sentido a todo ello.

De todas formas, Tirteafuera quiere hacernos participar de la satisfacción y del gozo provocado por la exposición "Kixoteren liburu irudiztatuak, XVII-XIX.- Libros Ilustrados del Quijote XVII-XIX'. En ella podemos encontrar una muestra deslumbrante de la variedad de interpretaciones sobre los personajes de don Quijote y Sancho. Ante tal variedad, el criterio de selección y de ordenación elegido no ha sido el año de edición de los libros sino el viaje de los protagonistas de la novela.. Precisamente, un mapa es el hilo conductor de esta exposición: “Mapa de una porción de España que comprende los parages por donde anduvo don Quixote, y los sitios de sus aventuras, delineado por D. Tomás López, geógrafo de S. M., según observaciones hechas sobre el terreno por D. Joseph de Hermosilla, capitán de Ingenieros”.

Bajo la dirección de Laurentino Aliende, todo ello ha sido recogido y fijado en un magnífico catálogo “Kixoteren Liburu Irudiztatuak, XVII-XIX.m. Vitoria-Gasteizko Elizbarrutiko Apaiztegiren Funtsak.- Libros Ilustrados del Quijote, XVII-XIX. Fondos del Seminario Diocesano de Vitoria-Gasteiz

De los ejemplares del Quijote que atesora la Biblioteca del Seminario Diocesano, han sido seleccionados treinta y siete libros que contienen estampas y que pertenecen a diez ediciones de los siglos XVII al XIX. Estos libros ilustrados constituyen un corpus magnífico que se muestra por primera vez al público en esta exposición.

Libros ilustrados y muchos de ellos de la Ilustración, juguetea Tirteafuera. Para conseguir los fines que los nobles ilustrados se proponen aplican medidas tendentes a modernizar los planes de enseñanza y a dinamizar la producción del libro. Encuentran en la imprenta un instrumento idóneo para la universalización de los fundamentos de su ideología: un nuevo modelo de pensamiento caracterizado por la secularización y por la utilidad de las acciones propuestas. Estas medidas, entre otras consecuencias, provocan la aparición de una época dorada de la imprenta durante cuatro décadas, 1760 - 1800, periodo en el que alcanzaron su plenitud las prensas de Joaquín Ibarra, Antonio de Sancha, Pedro Marín y la Imprenta Real.

Tirteafuera sigue recabando información extraída del magnífica catálogo: reales decretos de los reyes Carlos III y Carlos IV acaban con el monopolio de impresión de los libros; se eliminan las tasas; liberalizan el comercio interior; limitan las responsabilidades de la Inquisición en la censura previa,; eximen a impresores y abridores de punzones de la obligación del servicio militar; impulsan la industria papelera; forman a los artesanos de las artes gráficas: dibujantes, grabadores, impresores,....

Como podéis observar, pacientísimos lectores, Tirteafuera construye caprichosamente itinerarios: su punto de partida suele ser Barataria, en este caso hemos continuado también en M. de Cervantes, Pedro de Isunza, Álava, Julián de Apráiz, Fermín Herrán, Ateneo Vitoriano, III Centenario, IV Centenario, actos programados, exposición, grabados, fondos de la biblioteca del seminario. Esta vez, Tirteafuera quiere recalar aquí, en la historia de sus fondos:

En 1852, Ambrosio de Aguirre, procurando la mejor formación de los seminaristas de las provincias vascongadas, adquiere el palacio de los Escoriaza-Esquibel y crea en él el que se llamaría Seminario Eclesiástico de Aguirre; en 1862 la creación de la diócesis de Vitoria consolida este seminario; en 1878, junto al edificio de la antigua Colegiata, ya elevada a Catedral, se funda el Seminario Conciliar. Es ya en este edificio en el que los primitivos fondos de la biblioteca fueron creciendo progresivamente, mediante compras y donaciones. De entre ellas, hay que reseñar la donación de José María de Álava y Urbina (1816-1872), apasionado bibliófilo y cervantista ya que aporta la mayor parte de lo más valioso de la Biblioteca del Seminario Diocesano: manuscritos, incunables e impresos de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, entre los cuales bastantes de los volúmenes del Quijote ilustrado que por primera vez salen al público en esta exposición. En 1930, cambio de ubicación de la biblioteca a un nuevo edificio, el actual Seminario Diocesano; aquella seguirá consolidándose a partir del trabajo de un grupo de profesores formado por Don José Miguel de Barandiarán, Don Manuel de Lekuona, Don Antonio Pildain y Don Leoncio Arabio-Torre que, además de la dimensión pedagógica, realizarán una contribución muy importante en la prehistoria, la etnografía y la lengua vascas. Francisco Juan de Ayala y Ortiz de Urbina (1824-1907) seguirá enriqueciendo los fondos con una rara colección de impresos y opúsculos, conocida hoy como "Fondo Ayala".

Entre las joyas de esta biblioteca: los autógrafos de Rodrigo Caro y de Francisco de Quevedo, y, entre los incunables, el único ejemplar de la obra histórico-geográfica sobre el Asia Mayor del franciscano Grifoen van Vlaanderen; el único ejemplar de las "Vitas Patrum" del Pseudo-Jerónimo; el primer libro ilustrado español, impreso en Sevilla en 1480, el "Fasciculus temporum" del cartujo Werner Rolevinck; y un ejemplar del famoso, por sus magníficas xilografías, "Liber Chronicarum" de Hartmann Schedel (Nuremberg, 1493).

En total, cerca de 250.000 impresos.

Se promete Tirteafuera así mismo volver a la biblioteca del seminario sin prisas un día de estos de otoño antes de que vaya atardeciendo. Solo le queda agradecer a todos los que han participado en esta exposición el esfuerzo realizado: Federico Verástegui Cobián, José Manuel Mantilla, Jesús María González de Zárate, José Eguí López de Sabando, Ángel Ibisate Lozares, Ricardo Ciérbide Martinena, Laurentino Aliende Hoya y Ricardo Garay Osma; y, por supuesto, a las instituciones que lo han hecho posible: en la organización, el Departamento de Cultura, Juventud y Deportes de la Diputación Foral, y como colaboradores: Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, Archivo del Territorio Histórico de Álava, Seminario Diocesano e Instituto Cervantes.



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martes, octubre 04, 2005

Desencuentro entre lo que es y lo que fluye.


/400 años hemos tenido que esperar para tener una versión rap de El Quijote.¡Leñe!.

Como un acto más dentro de la programación de festejos del IV Centenario se celebró en la noche del 17 de junio lo que quiso ser un encuentro entre El Quijote y el Hip hop o, mejor dicho, un descubrimiento de El Quijote por parte de la cultura hip hop: proyecciones, iluminación, raperos, break dance, djs, graffitis, videojockeys, versión en verso de Enrique del Pino, dirección musical de Fran T, asesoramiento literario de Antonio de Villena, dirección escénica de Dani Pannullo, con la aportación inestimable de La Excepción, Korazón crudo, Zenit, Suso33, Zeta, con bailarines del grupo Dancetheatre Co… Y demás parentela ruegan una plegaria por la memoria de M. de Cervantes.

De aquel magno festejo esta es una crónica lejana; sus prolongados ecos retumban en las ondas de R3. Tirteafuera, cráneo privilegiado, pudo, aunque en diferido, participar de tan preclaro homenajeo. De todo ello queda esta desconsolado crónica:

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre recordar no quiero

dio comienzo esta historia del hidalgo

de antigua adarga, flaco rocín y corredor galgo,

convertido en andante caballero;

metales de viejos metales

fueron su armadura,

y un equino, lleno de males,

fue su cabalgadura,

ya no el escudero

compañero de aventura,

y una moza labradora,

el objeto de sus locuras.

Muy duras.

Batallas las que dieron con sus huesos en el suelo

al final de cada duelo,

que le hicieron acabar pidiéndole cuenta al cielo

por derrotas que de peores derrotas fueron consuelo;

desdichas acompañantes

desde que gigante quiso ver en el camino

y no un molino.

puede deshacer agravios

en pro del menesteroso

ser tarea.

y honrar a Dulcinea

del Toboso

su destino …

<…>

aquí les dejo con esta versión rap

del ingenioso don Quijote de la Mancha,

el Caballero de la Triste Figura.

Este es el comienzo del espectáculo Hip Hop Quijote. Tirteafuera, después de escuchar una versión en Radio3, no sabe precisar si lo sustantivo para los que participaron en su realización era la primera parte del título Hip Hop, o la segunda, Quijote. Le llama la atención la frase de uno de sus voceros: “El Hip hop está aquí (entiendase la Biblioteca Nacional); ni tú ni nadie lo vais a destruir”. Sostiene Tirteafuera que esta machacadora autoafirmación adolescente del hip hop nadie la va a combatir; será el tiempo quien quite este pelaje del texto de M. de Cervantes.

Conspicuos comisarios de la cultura oficial programarían este acto cultural quizá como homenaje a El Quijote, quizá como instrumento para facilitar la cohesión cultural entre los que leen y los que consumen música. La epidermis de El Quijote como el punto de encuentro. ¡Qué oportuno IV Centenario! Quizá fue un acto consciente para promocionar la lectura del texto de M. de Cervantes. Tirteafuera se imagina a los espectadores, transidos por el furor urgido por el espectáculo, sentados en corro, mientras leen la historia de Zoraida/Marien, ajenos totalmente a los flahses y a la música de la discoteca.

El encuentro entre don Quijote y el rap –en algún caso contado hay un encuentro entre el texto de El Quijote y los metrificadores- es tangencial: comparten nombres de personajes y, fugazmente, algún tema. Para Tirteafuera no podría ser de otra manera ya que los puntos de partida están muy diferenciados; es el mismo desencuentro que hay entre la lectura y la contemplación, entre el texto y lo audiovisual, entre el libro y el espectáculo, entre lo individual y lo coral, entre lo abierto y lo cerrado, entre lo pausado y lo frenético, entre la cultura y la cultura de masas, entre el esfuerzo consciente y el dejarse llevar, entre lo intemporal y lo efímero.

Así es, pronuncia en alto Tirteafuera mientras se sorprende de hablar solo: la conciencia de estar en Madrid y de ser el año Quijote son prácticamente los únicos elementos que pueden cohesionar un espectáculo concebido para reivindicarse: mascullar versos todavía no se había hecho con El Quijote. Teníamos versiones de El Quijote en palillos, en romance, en latín macarrónico; teníamos un don quijote erótico-pornográfico. Sin embargo, en versión rap, no. Pero ya la tenemos.

A Tirteafuera le brillan los ojillos cuando pasa por su mente esta última constatación: en rap, no; pero ya la tenemos. Han tenido que transcurrir 400 largos y vacíos años para conseguirlo. Y de nuevo recuerda el anuncio de los 4x4 Galloper: son tantos los que lo tienen que ni siquiera es posible ser el primero en llegar al polo sur vestido de primera comunión mientras vas cantando algo de Jordi Dan.

Un día de estos comentara a los escolares lo que está escribiendo aquí y se sentirá un incomprendido, habitante de otra tierra. Sentirá sus miradas burlonas e, incluso, oirá alguna impertinencia imberbe y autosuficiente. De todas formas, de nuevo una vez más, insistirá en que metrificar no es hacer poesía, ni en que ritmar impulsivamente sea un mérito. Y de nuevo, las miradas autosuficientes, descalificadotes, impertinentes.

A lo largo del espectáculo aparecen en cada intervención, a modo de estribillo, frases ritmadas y metrificadas de mayor y, casi siempre, de menor mérito. Tirteafuera ha recogido algunas muestras para solaz de los que seguís la bitácora:

¡Oh, Dulcinea del Toboso! Seguid siendo mi reposo

Que tiempo habré en demasía para poder ponderar.

¿Qué será lo que buscaban? ¡Hazañas!

Y ahí va don Quijote de la Mancha. ¿Con quién? Con su escudero Sancho Panza. ¿En busca de..? Su universo hermoso, Dulcinea del Toboso.

Dígame si tu dolor es mi dolor, no le veo razón de ser.

¿Quién me causa este dolor? Amor.

Y yo, si hace falta, certifico: don Quijote, caminante.

No será difícil, creo, hacerle creer que una labradora es Dulcinea.

En la fábrica de sueños / protagonista de esta historia me presento /… del caballero del que soy huésped/ en los tiempos presentes.

Ya tan solo poseemos y no usamos: es el oro lo que se valora en las gentes/ en los tiempos presentes/ …

Yo cambio la lanza por micrófono/ el libro por graffiti/ Libros y libros escritos con métrica.

Bendita sea esta hora del acomodo en el alma.

Yo soy el profeta loco.

Y así más intentos de homenajear a don Quijote.

Para desarrollar la creatividad de los escolares, les ha propuesto buscar rimas ( de eso se trata ¿no?) que terminen en –OSO, como Toboso, y así experimentar las posibilidades expresivas de la rima, y del ritmo, en los veros ya destacados:

¡Oh, Dulcinea del Toboso! Seguid siendo mi reposo

En general, las muestras recogidas están muy alejadas del texto de El Quijote. Excepto un fragmento del capítulo 27 de la Primera Parte que merece comentario aparte, sostiene Tirteafuera:

"[...] Estando, pues, los dos allí, sosegados y a la sombra, llegó a sus oídos una voz que, sin acompañarla son de algún otro instrumento, dulce y regaladamente sonaba, de que no poco se admiraron, por parecerles que aquél no era lugar donde pudiese haber quien tan bien cantase. Porque, aunque suele decirse que por las selvas y campos se hallan pastores de voces estremadas, más son encarecimientos de poetas que verdades; y más, cuando advirtieron que lo que oían cantar eran versos, no de rústicos ganaderos, sino de discretos cortesanos. Y confirmó esta verdad haber sido los versos que oyeron éstos:

¿Quién menoscaba mis bienes?

Desdenes.

Y ¿quién aumenta mis duelos?

Los celos.

Y ¿quién prueba mi paciencia?

Ausencia.

De ese modo, en mi dolencia

ningún remedio se alcanza,

pues me matan la esperanza

desdenes, celos y ausencia.

¿Quién me causa este dolor?

Amor.

Y ¿quién mi gloria repugna?

Fortuna.

Y ¿quién consiente en mi duelo?

El cielo

De ese modo, yo recelo

morir deste mal estraño,

pues se aumentan en mi daño,

amor, fortuna y el cielo.

¿Quién mejorará mi suerte?

La muerte.

Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?

Mudanza.

Y sus males, ¿quién los cura?

Locura.

De ese modo, no es cordura

querer curar la pasión

cuando los remedios son

muerte, mudanza y locura.

La hora, el tiempo, la soledad, la voz y la destreza del que cantaba causó admiración y contento en los dos oyentes, los cuales se estuvieron quedos, esperando si otra alguna cosa oían; pero, viendo que duraba algún tanto el silencio, determinaron de salir a buscar el músico que con tan buena voz cantaba."

I, 27

Tirteafuera pega un grito de sorpresa: M. de Cervantes ya lo había escrito; leer el texto es conjurar, requerir, maquinar la realidad, confabular, fraguar el presente. To-do es-tá en el tex-to, deletrea Tirteafuera. Ante su sorpresa releemos la cita:

"[...] de que no poco se admiraron, por parecerles que aquél no era lugar (noche del rap en la Biblioteca Nacional) donde pudiese haber quien tan bien cantase. Porque, aunque suele decirse que por las selvas y campos se hallan pastores de voces estremadas, más son encarecimientos de poetas que verdades; y más, cuando advirtieron que lo que oían cantar eran versos, no de rústicos ganaderos, sino de discretos cortesanos."

"[...] determinaron de salir a buscar el músico que con tan buena voz cantaba."

Tirteafuera exagera un poco, pero sí siguió escuchando el programa de R3 para encontrar de nuevo la réplica del texto por alguien que conocía El Quijote y sabía interpretarlo. Para el desconsuelo de Tirteafuera, lo que quedaba cada vez se llenaba más de

¡Esas manitas en el aire, Madrid! El Quijote 2005.

¡El Quijote y el Hip hop se unen para crear cultura!

¡Esta ciudad es muy grande!¡Madrid!

La peña de lado a lado.

¡La peña de Madrid está en el aire! ¿Por qué no hacemos un rap de puta madre?

¡Madrid, corazón crudo! ¡Me habéis hecho pasar un rato de puta madre!

Y así hasta rallar.

Agradezcamos a Tirteafuera el esfuerzo que ha hecho por dejar constancia de este desencuentro. Al menos ha intentado retener la estupidez de lo que fluye. Para que no se repita.


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Puro teatro


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No es lo mismo que teatro puro

Quizá el texto de El Quijote se nos va diluyendo en actividades que sólo tangencialmente tienen relación con él. En esta celebración del IV Centenario, apaciguada la mala conciencia de los organizadores o tapadas las bocas críticas con el reparto de un millón de ejemplares de El Quijote , el esfuerzo va derivando a exégesis o paráfrasis del texto. Son, en opinión de Tirteafuera, raras las actividades programadas a normalizar la lectura del texto.

M. de Cervantes, como gran oráculo, ya auguró cuál era el destino de su obra: con la socarronería que le caracteriza, levanta el catafalco de metaliteratura en el diálogo en el que don Quijote habla de la obra “que tendrá necesidad de comento para entenderla” Muchas de las versiones, homenajes y espectáculos del IV Centenario se van quedando en el territorio de Orbaneja, el pintor de Úbeda:

"[...] - Ahora digo - dijo don Quijote- que no ha sido sabio el autor de mi historia, sino algún ignorante hablador, que, a tiento y sin algún discurso, se puso a escribirla, salga lo que saliere, como hacía Orbaneja, el pintor de Úbeda, al cual preguntándole qué pintaba, respondió: ''Lo que saliere''. Tal vez pintaba un gallo, de tal suerte y tan mal parecido, que era menester que con letras góticas escribiese junto a él: "Éste es gallo". Y así debe de ser de mi historia, que tendrá necesidad de comento para entenderla."

II, 3

Es pronto para hacer balance, pero sí podemos ir definiendo criterios que aclaren qué tipo de balance nos interesa hacer: ¿más de dos mil actividades programadas por la sociedad pública responsable de la celebración del IV Centenario? ¿un millón de ejemplares repartidos? ¿consolidación de infraestructura turística? ¿un Guiness? Tirteafuera no se conforma porque en los haberes de ese balance quisiera encontrar datos que se refieran a las relecturas del texto consolidadas, a los nuevos lectores conseguidos, a las actualizaciones del texto que enriquecen nuestro pensamiento,…

A Tirteafuera se le antoja que las aportaciones que más tienen que ver con este centenario son sucedáneos, cáscara, epidermis, fuegos fatuos y de artificio. Según Tirteafuera, este centenario que padecemos más parece que quiere desarbolar la actualidad del texto, desarticular la interpretación irónica de la realidad, desajustar la propuesta de un compromiso ético.

Se nos va el IV Centenario en alardes de desbordante imaginación que, en algunos casos, desvirtúan el texto, en otros, nos sitúan ante lo ya visto y, por tanto, no merece la pena ya recurrir a la fuente primaria, el texto de El Quijote .

"[...] - Eso no - respondió Sansón- , porque es tan clara, que no hay cosa que dificultar en ella: los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran; y, finalmente, es tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes, que, apenas han visto algún rocín flaco, cuando dicen: "allí va Rocinante". Y los que más se han dado a su letura son los pajes: no hay antecámara de señor donde no se halle un Don Quijote: unos le toman si otros le dejan; éstos le embisten y aquéllos le piden."

II, 3

Como podéis observar, pacientes lectores, M. de Cervantes tenía conciencia de la celebridad de su texto: “y, finalmente, es tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes, que, apenas han visto algún rocín flaco, cuando dicen: "allí va Rocinante"” En este estadio periférico, la cáscara de la argumentación, nos vamos quedando porque no hay propuestas que nos ayudar a profundizar en el texto.

Quizá, el programador oficial prefiera crónicas del estilo “el teatro de calle Els Comediants invadió el centro de la capital alavesa con Elogio de la locura, un espectáculo visual y sonoro que conquistó a niños y a mayores” En esta redacción de colorín, para todos los públicos, Tirteafuera advierte una vez más, ante aquello que tiene un costo ( de esfuerzo, en este caso), la tendencia al sucedáneo.

La crónica benevolente del gran espectáculo lleno de color, música y grandes elementos describe el homenaje a la obra de M. de Cervantes con el que se abre el Festival Internacional de Teatro. De nuevo, cabecea Tirteafuera, tenemos tendencia a perdernos en la tramoya, en los efectos especiales, antorchas de colores, actores a pie de calle y grandes grúas que transportan a los protagonistas. Y detrás de tanta cáscara, ¿qué hay? se pregunta Tirteafuera.

Más de uno se preguntará si Tirteafuera aborrece el teatro o este espectáculo de Elogio de la locura. ¡Qué va! Esta encantado con este tipo de propuestas, pero no encaja bien que no sean incitadoras de la lectura. Para su forma de entender, son hogueras de ingenio que ocultan de donde viene la luz como esas hogueras de los solsticios que pretenden sustituir al sol ya caído.

Y el cronista sigue con su edulcorada visión del acontecimiento: “de este modo, con un gran espectáculo en la plena calle, la compañía Comediants logró su objetivo, homenajear la obra más famosa de Miguel de Cervantes, haciendo a miles de ciudadanos partícipes de ello. Y es que, como afirmó el arlequín, las enseñanzas de don Quijote han recorrido generación tras generación para demostrar que la locura alimenta los sueños y los sueños, la imaginación.”


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