miércoles, abril 13, 2005

El texto de El Quijote es un prisma que descompone la luz




Interdisciplinaridad

El texto de El Quijote es un prisma que descompone la luz en muchas matizadas irisaciones: cuando disfrutamos de todas las lecturas que han hechos los pintores, los grabadores, escultores, cuando la palabra se ha convertido en partitura, cuando La Mancha es nuestro territorio invisible, empezamos a ser conscientes de la luz encerrada en el prisma.

Es un intento imposible converger todas las irisaciones (pintura, teatro, cine, grabado, música, filosofía,…) de nuevo, pero la atmósfera quijotesca que nos rodea es una invitación a reconocer a M. de Cervantes el mérito de definir la inteligencia luminosa de su novela.

Hemos querido aprovechar -no podía ser una ocasión perdida- la Exposición de Maese Pedro, basada en una selección de obras de Ignacio Zuloaga, para ejercitar la interdisciplinaridad al menos con tres colores: la literatura, la música y la pintura.

El texto nos lo presta de nuevo M. de Cervantes, II, 26, ya conocido al dramatizar la liberación de la triste Melisendra por su esposo Gaiferos. La música, Manuel de Falla en su versión de El retablo de Maese Pedro. La pintura, Ignacio Zuloaga con sus bocetos para la puesta en escena de la ópera de cámara.

Los alumnos, con el profesor de Plástica, han podido observar en la exposición dibujos, bocetos, figuras a tamaño gigante de cartón piedra, fruto de la estrecha colaboración entre Manuel de Falla y Ignacio de Zuloaga. En Música han podido, mientras leían el texto, escuchar, de los ocho fragmentos, la sinfonía de Maese Pedro, la Corte de Carlomagno, Melisendra, la fuga y la destrucción del retablo... Por momentos no era necesario leer, tan solo seguir el reflejo del texto leído en la memoria como las luces y sombras de la proyección cinematográfica.

Si este en IV Centenario pudiéramos confluir en la luz blanca, en la inteligencia cervantia,...


 Posted by Hello

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