lunes, marzo 06, 2006

M. de Cervantes y Joan Perez de Lazarraga

Un día a cábalas mientras nieva.

Al calor del texto de El Quijote, quiere hoy Tirteafuera dedicar esta tarde a cábalas: plantear hipótesis, barruntar conjeturas y certidumbres. Son muchas las que se han presentado sobre el autor y sobre el texto. Nieva.

Una de las más sorprendentes, según Tirteafuera, por lo que tiene de diletante es la hipótesis de que M. de Cervantes escribió El Quijote a partir del texto La vida de P. Ignacio de Loyola, escrita en 1583 por Pedro de Rivadeneyra, sacerdote jesuita: Federico Ortés en El triunfo de Don Quijote. Cervantes y la Compañía de Jesús: un mensaje cifrado, 2002, declara que M. de Cervantes reescribe el texto anterior en clave paródica. La lectura paralela de varios capítulos de los dos textos es el método utilizado por el autor para soportar esta hipótesis. Tirteafuera te invita, lealísimo lector, a seguir esta derrota /El triunfo de don Quijote /. Nieva.

Siempre ha existido la sospecha de que el texto de El Quijote encierra un misterio. ¿Siempre? se sorprende Tirteafuera. Parece que sí: desde hace mucho tiempo se ha aireado una hipótesis que relaciona don Quijote e Ignacio de Loyola, defendida a lo largo del tiempo por Mayans, Cejador, Castellar, Ripoll, Unamuno, Corradini,… Con la que está cayendo en la moda literaria de buscar misterios y claves secretas: templarios y códigos da vinci, incluidos. Nieva.

En este punto, Tirteafuera ha proclamado un solemne ¡Oooh! Y si resultara que es verdad,… cuántas nuevas sagas ignotas entorno a M. de Cervantes nos esperan, cuántos misterios enigmáticos sobre don Quijote por alumbrar, qué de entresijos allanados, qué de enigmas desvelados, qué arcanos esotéricos revelados,… De repente, un relámpago: ¡qué iniciación en el laberinto subrepticio e incognoscible de la ocultación quijotesca nos aguarda¡ Nieva.

Un nuevo relámpago en la mente de Tirteafuera ha estado a punto de abrasar con el fuego de la ira toda la amenaza sobrevenida en el párrafo anterior. Si no lo ha cauterizado es por honestidad, y por respeto a sus pacientísimos seguidores.

Día a cábalas. Veamos otra sobre el origen de M. de Cervantes en tierras de Zamora, en Sanabria. ¿M. de Cervantes, de linaje marrano? Véase “Don Quijote y los Judíos” o también “Cervantes era descendiente de judíos, según revista sefardí de Jerusalén”, o incluso Origen de Miguel de Cervantes: ¿Sanabria?

Nevisquea.

Para cábalas, las que presenta la introducción promocional del libro Cervantes decodificado de César Brandariz, en la Colección: MR Dimensiones que Tirteafuera facilita al lector ocioso:"

"[...] ¿Se desarrolla la trama de Don Quijote en tierras de La Mancha?, ¿es posible que el pueblo de Don Quijote y Sancho coincida con una aldea que se encuentra en las montañas de León?, ¿que la flora y los escenarios descritos en el texto no fuesen propios de La Mancha?, ¿que el lenguaje y la gramática utilizados por Cervantes se correspondiesen, en realidad, con el castellano empleado, incluso hoy, en la zona de Sanabria?, ¿realmente conocía Cervantes La Mancha o citaba de oídas?, ¿se formó en el Colegio que existió en Monterrey (Orense)?, ¿están inspirados en esa zona algunos contenidos del Quijote y otras grandes obras? Después de cuatro siglos de haberse publicado una de las mayores obras literarias de todos los tiempos, Don Quijote suscita numerosos interrogantes."

Y con un punto de provocación, Tirteafuera nos pregunta: ¿qué me decís de todos los cabildeos sobre la villa y el lugar reales del insondable don Quijote? M. de Cervantes se divertirá risueño, un poco más decepcionado de la condición humana, quizás, cuando repase el final de la Segunda Parte y observe que toda la historiografía, toda la geografía, el método científico al completo y el egoísmo humano en su culmen reivindican el terruño por tu interés te quiero Andrés:

Este fin tuvo el Ingenioso Hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenérsele por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero.

II, 74

Nieva.

Tirteafuera se toma sus licencias, de vez en cuando, porque le apetece. Ahora, en este día a cábalas, quiere presentar un ensayo: Lazarraga, ernazimentua euskaraz. Lo hace por el placer de volver a provocar.

Recientemente, en la Facultad de Filología y Gegrafía e Historia del País Vasco, Pruden Gartzia ha presentado su ensayo Lazarraga, ernazimentua euskaraz , premio Juan de Zelaia 2005. El autor es director de la Biblioteca Azkue de Euskaltzaindia y escritor.

Tanto en la presentación del libro, ed. Pamiela, como en una entrevista realizada para el diario El País, 27/02/06, en el suplemento País Vasco, página 32, el autor aprovecha la ocasión para hacer marketing. Según este autor, M. de Cervantes se beneficia de una historia real sucedida entre 1480 y 1490 para construir el personaje de don Quijote: tal como precisa Pruden Gartzia, Joan Perez de Lazarraga recoge en un manuscrito 16 años antes de la publicación de El Quijote, las andanzas de su bisabuelo; por aquellas fechas, el señor de Larraintzar, se paseaba armado de lanza y armadura por las calles de Victoria dando gritos de guerra. Estaba loco, pero tenía también su proyección práctica, rezonga Tirteafuera, ya que también entre sus andadas plantaba monedas de plata esperando recoger doblones. Nieva.

Un dato como este, en un ensayo académico, precisamente en un día de cábalas como el de hoy, en Tirteafuera provoca varias preguntas a este propósito:

¿M de Cervantes y Joan Perez de Lazarraga se conocieron? Parece que pudo ser posible: de la misma edad, prácticamente nacieron el mismo mes de 1547; por las mismas fechas coinciden en el Madrid de 1576 con unas 35.000 almas; de gustos renacentistas, escriben poesía.

¿M. de Cervantes leyó el manuscrito, descubierto hace dos años, de Lazarraga? Tirteafuera, tajante: difícil. Joan Perez de Lazarraga era noble y probablemente escribe poesías de gusto pastoril por divertimento, para las amistades.

¿Entonces? A Tirteafuera, en la respuesta se le cuelan los potenciales: quizá, leer no lo leería, pero tendría información de este antepasado de Lazarraga de forma oral, sino directa, sí a través de un pariente, Esteban de Garibai, con el que M. de Cervantes tiene mucha amistad; o quizá, tendría noticias del señor de Larrainzar a través de alguno del círculos de “vizcaínos”, muchos de ellos alaveses, con los que se relaciona en Madrid. Tirteafuera aquí quiere recordar el nombre de Pedro de Isunza, de tan penosa memoria para M. de Cervantes. Cellisquea.

Igual, lo que tenemos que considerar, medita Tirteafuera, es que lo que importa no es si las hipótesis son ciertas o no, si no lo que subyace: detrás de cada reivindicación, más que la apropiación de M. de Cervantes, o del texto, o de un personaje, está el deseo de ser reivindicado. Quienes presentan tales requerimientos son cervantistas, son de Cervantes como el que dice: “yo soy del Barça” esperando que su valía personal se acreciente. Dejémoslo así, asiente Tirteafuera, mientras que no pretendan usurpar M. de Cervantes de forma excluyente, mientras no utilicen a M. de Cervantes de arma arrojadiza en su guerra particular. Miguel de Cervantes es como el aire, necesario para todos, y El Quijote, el paisaje de nuestras vidas. Cubierto momentáneamente con el manto gélido de esta nieve.

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